martes, 11 de diciembre de 2012

FENÓMENOS DE LA IONÓSFERA COLOMBIANA



 

La Ionósfera es una de las capas de la atmósfera terrestre, se encuentra por encima de los 80 km y presenta una fuerte ionización por causa de la radiación solar que afecta de modo importante la propagación de las ondas radioeléctricas

La Ionósfera colombiana será estudiada por los investigadores del Grupo de Trabajo Académico Argos de la Universidad Nacional sede Bogotá, en el marco de un proyecto en el que se diseñó un modelo ionosférico para medir el Contenido Total de Electrones –TEC.

La actividad solar produce variaciones en la ionósfera que alteran la propagación de las ondas electromagnéticas que causan fenómenos de interferencia y de esta manera afectan las telecomunicaciones, transportes o el estudio de las placas tectónicas.

Uno de los elementos que pueden ser afectados por este fenómeno son los receptores GPS, ya que pueden perder información o entregar equivocadamente la misma, uno de los grandes riesgos es que puede afectar la ubicación de una aereonave.

El ingeniero físico de la Universidad Nacional sede en Manizales, Juan Carlos Palacios Caicedo, manifesto a la Agencia de Noticias Unal que “La ionosfera de altas latitudes está bastante estudiada, pero la de bajas latitudes, es una región que tiene mucho por conocer y explorar, ya que allí se encuentran una gran cantidad de fenómenos de naturaleza electromagnética. Por ejemplo, se presentan perturbaciones que pueden viajar a velocidades cercanas a 800 km por hora diariamente, los cuales podrían borrar del mapa completamente cualquier ciudad si se presentaran en la superficie”.

El ingeniero mencionó también a la Agencia, "que este fenómeno varía dependiendo de la latitud y que se incrementa debido a que Colombia se encuentra en una de las zonas donde la concentración de electrones tiene los valores más altos, denominado anomalía ecuatorial o de Appleton; es por esto que el error que se presenta en los diferentes campos de acción, que es directamente proporcional al TEC, es mayor en zonas ecuatoriales."

Al conocer cómo funciona esta capa iónica, los equipos GPS no serán afectados por las interferencias y la información pueda transmitirse de manera adecuada, también el análisis de dichos fenómenos permite revisar el posicionamiento y navegación en las comunicaciones.

lunes, 29 de octubre de 2012

Contaminación Electromagnética De Los Celulares


Todos los elementos eléctricos producen ondas electromagnéticas.



En nuestro complejo mundo de hoy vivimos rodeados, a veces sin ser muy conscientes de ello, de toda clase de aparatos electrónicos y electrodomésticos sofisticados (que también usamos a menudo), así como de cables de alta tensión, estaciones, radares, centros de transformación eléctrica, etc., todos los cuales emiten radiaciones electromagnéticas cuyo impacto en la salud ha sido subestimado o desatendido muchas veces, principalmente -por parte de las corporaciones e instituciones- en base al interés lucrativo o la rentabilidad de los negocios implicados.





Sin embargo, todo tiene un límite y no se pueden hacer experimentos temerarios con la salud de la población, esperando un tiempo indefinido para ver el alcance real de los efectos de estos elevados campos electromagnéticos, que la literatura científica independiente ya relaciona con daños en los sistemas inmunológico, neurológico y neurovegetativo, incluyendo enfermedades como el cáncer.


“Las radiaciones electromagnéticas que generan los cables de alta tensión y las estaciones, subestaciones y centros de transformación eléctricas así como las microondas emitidas por las antenas de telefonía, radio y televisión, los teléfonos móviles, los inalámbricos, los Wi-Fi, los radares y numerosos aparatos domésticos -como los ordenadores, los televisores y otros- pueden interferir en el ADN celular y por tanto en el correcto funcionamiento del organismo perjudicando gravemente la salud”
Discovery Salud
“De ahí que exijamos la APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN y el inmediato establecimiento como límites máximos legales de 100 nT (nanoteslas) para las radiaciones de baja frecuencia y de 100 μW/m2 (microvatios por metro cuadrado) para las de alta frecuencia, basándonos en la Comunicación de la Comisión Europea de 2 de febrero de 2000, en la que se manifiesta que “el principio de precaución puede invocarse cuando es urgente intervenir ante un posible peligro para la salud humana (…)”




Manifiesto contra la contaminación electromagnética
Este post contiene información de 2 fuentes diferentes sobre el mismo tema.
Por un lado, un vídeo de la revista Discovery Salud en el que nos alertan sobre los riesgos para la salud de las radiaciones electromagnéticas emitidas por diferentes aparatos y electrodomésticos caseros y la existencia de más de 110 científicos que lo corroboran, y por otro, el Manifiesto contra la contaminación electromagnética firmado por más de 500 colectivos sociales con motivo del Día Internacional contra la Contaminación Electromagnética en el que exigen “a los gobiernos central, autonómicos y locales, y a la clase política en general, medidas urgentes y concretas para proteger la salud de los ciudadanos frente a la creciente contaminación electromagnética que nos rodea”.

 

Todas estas asociaciones preocupadas por la alta contaminación electromagnética actual, la permisividad y argucias legales y terminológicas, las tergiversaciones científicas sobre la peligrosidad y los demostrados problemas de salud, exigen la aplicación del principio de precaución y modificación de los límites de exposición actualmente contemplados por la ley.
“Es falso que exista un debate científico real sobre la potencial peligrosidad de las radiaciones electromagnéticas. Estudios científicos independientes efectuados en todo el mundo coinciden en esta peligrosidad, aunque haya otros financiados directa o indirectamente por las empresas eléctricas y de telecomunicaciones que concluyan que aún no hay nada claro”
También recuerdan que recientemente, mayo 2011, la Organización Mundial de la Salud clasificó los campos electromagnéticos de radiofrecuencia como “posible cancerígeno en humanos“, basándose en un mayor riesgo de glioma -un cáncer del cerebro- asociado con el uso de teléfonos móviles.
El texto reclama que las compañías eléctricas y de telecomunicaciones adopten medidas en el menor plazo de tiempo para evitar daños como retirar las torres de alta tensión o transformadores cerca de las viviendas, alejar las antenas de telefonía del interior de las poblaciones y eliminar los sistemas Wi-Fi de las escuelas, centros comerciales, hoteles, parques y otros lugares de esparcimiento público.
En este tema, y en tantos otros como en alimentación, se da la paradoja e injusticia de que el sistema exije que sean los ciudadanos los que demuestren los efectos nocivos de las tecnologías que les rodean y no que sean los fabricantes los que demuestren su inocuidad.
“La literatura científica independiente relaciona daños en los sistemas inmunológico, neurológico y neurovegetativo. En los casos más graves, como indican numerosos estudios que la OMS no ha podido obviar, las personas desarrollan tumores o leucemia. Los efectos de dichas tecnologías sobre nuestro organismo son acumulativos, y además el riesgo es mayor para grupos de población vulnerables (niños, mujeres embarazadas, ancianos y enfermos). Las radiaciones electromagnéticas también han desencadenado la aparición de enfermedades que hasta ahora no existían, como la electrosensibilidad o hipersensibilidad electromagnética, reconocida como enfermedad en otros países pero no aún en el nuestro”


El manifiesto se puede leer aquí y resumimos sus puntos:
1. Los políticos tienen la responsabilidad y la obligación de promover activamente políticas y leyes que antepongan la salud pública por encima de cualquier interés económico.
2. La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), ha clasificado (31 de mayo de 2011) los campos electromagnéticos de radiofrecuencia como “posible cancerígeno en humanos (grupo 2B)”, basándose en un mayor riesgo de glioma –un cáncer del cerebro– asociado con el uso de teléfonos móviles. En esta misma clasificación de riesgo 2B ya fueron incluidos en 2002 los campos magnéticos de baja frecuencia, es decir, los producidos por torres de alta tensión, transformadores urbanos, instalaciones eléctricas, etc.
3. Existe abundante literatura científica independiente que señala inequívocamente que los niveles de contaminación electromagnética a los que está expuesta hoy la población son inaceptables y suponen un riesgo grave para la salud o la seguridad de las generaciones actuales y futuras, así como para el medio ambiente.